miércoles, 8 de mayo de 2013

14 de febrero


Mi último San Valentín en CCH.
El título empieza con “mi” porque no quisiera generalizar ni hablar por todos realmente no conozco la situación de cada uno, así evito problemas en fin…
Es temprano la puerta por la que suelo entrar estaba cerrada, parece plan con maña para obligarnos a llegar hasta los vendedores de los globos, hace mucho frío y veo a parejas que tal pareciera que son abrigos manteniéndo una buena temperatura corporal, sin darles mucha importancia por mi cabeza solo  pasa el hecho deprimente de ser mi último catorce de febrero en el CCH pero ¡Cristina qué te pasa, deja de comportarte como todos los enajenados! Solo es un día comercial del que los únicos que sacan provecho son los empresarios y la capital hotelera.
Aunque por más que intentara huir también me contagie al llevarles a mis amigos más queridos pequeños detalles después de todo a quién le gusta ser el grinch del San Valentín.
El baño estaba repleto de chicas planchándose el cabello, peinándose, pintándose y creo hasta cambiándose de ropa tal cual si fuera un viernes.
Grupitos de amigos que realizaron intercambios, parejas de enamorados tirados en el pasto, algunos que vagaban por el plantel para buscar a sus amigos, otros que parecían vendedores por llevar tanto dulce para regalar y por qué no también hubo quienes aprovecharon para hacer de éste día un buen negocio vendiendo flores, manualidades y bocadillos. Y como todos los años no faltaron los maldadosos que ponchaban los globos en la explanada o los que por su propia mano los terminaban tallando contra la pared y aniquilaban su regalo.
Pero parecía que hasta los profesores estaban encantados por el día pues algunos organizaron convivios, intercambio de flores, regalos, casamientos y entendiendo las circunstancias dejaban retirar a sus alumnos antes de tiempo.
Había quienes luchaban por llamar la atención a toda costa en la explanada se y ponían a regalar besos y abrazos ofreciéndose con cartelitos. Los novios olvidadizos que salían corriendo a comprar rosas para sus furiosas novias, las amigas que presumían que le regalarían a sus novios, los estresados por falta de un amor a quienes parece que se les olvido que también es día de la amistad.
En fin fue un día en el que no faltaron abrazos, besos, regalos y muestras de afecto sean sinceras o no.

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